Guía para Padres: Enfermedades Infantiles Comunes (y Cuándo Llamar al Pediatra)

Nuestra guía para padres sobre enfermedades infantiles comunes. Aprende a identificar síntomas de resfriados, fiebre, gastroenteritis y más. Te ayudamos a saber cuándo mantener la calma en casa y cuándo es crucial llamar al pediatra para la seguridad de tu hijo.

La primera fiebre, esa tos que no cesa en mitad de la noche, o la temida llamada de la guardería: «Tu hijo no se encuentra bien». Ver a nuestros pequeños enfermos es, sin duda, una de las partes más estresantes de ser padres. Nos llenamos de dudas: ¿será grave? ¿Estoy haciendo lo correcto?

La realidad es que las enfermedades infantiles, especialmente durante los primeros años de guardería, son una parte normal e inevitable del desarrollo. Cada resfriado está ayudando a construir un sistema inmunológico fuerte.

En Garabatos y Ocho Patos, vuestra tranquilidad es nuestra prioridad. Por eso, hemos creado esta guía práctica para ayudaros a identificar las enfermedades más comunes, saber cómo actuar en casa y, lo más importante, reconocer cuándo es el momento de llamar al pediatra.

Aviso Importante: Esta guía tiene un fin meramente informativo y de apoyo. Nunca debe sustituir el diagnóstico o consejo de vuestro pediatra o profesional médico de confianza.

Beneficios de esta Guía

  • Identificar síntomas clave: Aprende a diferenciar las enfermedades más habituales.
  • Saber cómo actuar: Obtén consejos prácticos para aliviar a tu hijo en casa.
  • Reconocer señales de alarma: Gana confianza sabiendo cuándo es necesario buscar ayuda médica.
  • Reducir la ansiedad: Sentirte informado/a te da seguridad para manejar estas situaciones con más calma.

El «Top 5» de las Enfermedades en la Guardería

Estas son las visitas más frecuentes en la consulta del pediatra y las causas más comunes de ausencia en el «cole de los peques».

1. El Resfriado Común (Catarro)

Es el rey indiscutible. Causado por múltiples virus, un niño puede tener entre 6 y 10 resfriados al año.

  • Síntomas: Mucosidad (primero clara, luego puede espesarse y volverse amarilla o verde), congestión nasal, tos y, a veces, fiebre baja (febrícula).
  • Qué hacer en casa: El lema es «MCS»: Mimos, Caldo y Sofá. Mantén a tu hijo hidratado, usa suero fisiológico para lavados nasales si está muy congestionado y asegúrate de que descanse. Los antibióticos no funcionan contra los virus.

2. Gastroenteritis Aguda (Virus Estomacal)

La temida «gripe estomacal» que suele propagarse rápidamente.

  • Síntomas: Vómitos, diarrea, dolor de tripa y, a veces, fiebre.
  • Qué hacer en casa: El principal riesgo es la deshidratación. Ofrece líquidos en pequeñas cantidades pero de forma muy frecuente (agua, suero de rehidratación oral). No fuerces la comida; empieza con alimentos suaves (arroz, manzana, pollo) cuando el apetito vuelva.

3. La Fiebre: La Gran Alarma

Lo primero: la fiebre no es una enfermedad, es un síntoma. Es la defensa natural del cuerpo luchando contra una infección.

  • Qué observar: Más importante que el número en el termómetro es el estado general del niño. ¿Juega? ¿Sonríe? ¿Bebe líquidos? Eso es buena señal.
  • Qué hacer en casa: Mantén al niño con ropa ligera (no lo abrigues en exceso), ofrécele líquidos y, si está molesto o adolorido, puedes administrarle un antitérmico (paracetamol o ibuprofeno) siguiendo siempre la dosis recomendada por tu pediatra.

4. Enfermedad Mano-Pie-Boca (Virus Coxsackie)

Muy contagiosa y común en menores de 5 años, especialmente en verano y otoño.

  • Síntomas: Empieza con fiebre y malestar general. Luego, aparecen pequeñas llagas dolorosas en la boca y una erupción (no suele picar) en las palmas de las manos, las plantas de los pies y, a veces, en la zona del pañal.
  • Qué hacer en casa: Es un virus, así que solo podemos tratar los síntomas. Ofrece alimentos blandos y fríos (yogures, purés) para aliviar el dolor de boca e hidrata mucho.

5. Otitis Media (Infección de Oído)

A menudo aparece después de un resfriado.

  • Síntomas: Dolor de oído (el niño puede tocarse la oreja), llanto e irritabilidad (especialmente al tumbarse), fiebre y, a veces, supuración.
  • Qué hacer: La otitis siempre requiere una visita al pediatra, ya que él decidirá si es necesario un tratamiento antibiótico.

Señales de Alarma: Cuándo Llamar al Pediatra SIN DUDAR

Confía en tu instinto. Si sientes que algo «no va bien», llama. Pero además, busca atención médica urgente si tu hijo presenta:

  • En bebés menores de 3 meses: Fiebre de 38°C o más.
  • Fiebre alta: Más de 40°C que no baja con antitérmicos, o fiebre que dura más de 3 días.
  • Dificultad para respirar: Se le marcan las costillas, respira muy rápido o «pita».
  • Signos de deshidratación: Boca seca, llanto sin lágrimas, pañales secos durante más de 6-8 horas.
  • Estado general: Está excesivamente somnoliento, apático, le cuesta despertar o, por el contrario, está inconsolable.
  • Manchas en la piel: Una erupción tipo «punteado rojo» que no desaparece al presionar la piel con un vaso (petequias).
  • Vómitos o diarrea persistentes que impiden que retenga líquidos.
  • Dolor intenso de cabeza o rigidez en el cuello.

Preguntas Frecuentes (FAQ)

La gripe (influenza) suele ser más intensa que un resfriado común. La gripe generalmente provoca fiebre alta (39-40°C), dolor muscular intenso y un malestar general o agotamiento muy marcado. Un resfriado es más leve, con más congestión nasal y tos, pero raramente con fiebre tan alta o tanto dolor muscular.

No necesariamente. Lo más importante es el estado general del niño. Si le das un antitérmico, la fiebre baja y el niño juega, come o bebe, generalmente puedes manejarlo en casa y consultar con tu pediatra. Si la fiebre es muy alta (40°C), no baja, o el niño está muy apático o somnoliento, sí debes buscar atención médica.

La regla general es que un niño debe quedarse en casa hasta que haya pasado al menos 24 horas sin fiebre (sin haber tomado antitérmicos). En casos de gastroenteritis, 24-48 horas después del último vómito o diarrea. Para otras enfermedades como la enfermedad mano-pie-boca, consulta con tu pediatra, aunque lo habitual es que pueda volver cuando las llagas de la boca ya no duelan y el niño se encuentre bien.

No. La gran mayoría de las infecciones infantiles (resfriados, gripe, gastroenteritis, mano-pie-boca) son causadas por virus. Los antibióticos solo funcionan contra las bacterias. Dar antibióticos para un virus no solo no cura, sino que puede crear resistencias y dañar su flora intestinal.